Jony Ive, OpenAI y el futuro que ya nos toca la puerta





Escrito desde el iPad de Coral


Hay nombres que, sin importar cuánto tiempo pase, siguen apareciendo cuando hablamos del futuro. Para mí, uno de esos es Jony Ive. Considerados por muchos como la mente maestra de tras la ingeniería  el estilos de Apple por años, la mano derecha de steve Jobs. Para mi amiga Isa el es Apple, el genio detrás de los mejores dispositivos, yo igual lo considero el mejor.  Sus diseños colocaron al iPhone y a Apple en el sitial que hoy ocupa y aunque ya no es parte de la compañía aun su diseños son los mas memorables. Su nombre siempre será de gran peso para los que vienen tras de el.


Ahora se une a OpenAI y cuando me enteré, ya hace unos dias,  no lo vi como una simple nota tecnológica, sino como un punto de inflexión. Porque cuando Jony Ive el hombre que imaginó el iMac traslúcido y el iPhone que aún guardo en una cajita con cariño, se sienta en la mesa con la gente de ChatGPT, no hablamos solo de diseño. Hablamos de visión. De intuición. De humanidad puesta en código y aluminio. Es que se crear espectativas, una nueva era y quien sabe si la caída de Apple. Ive es el talón de Aquiles, el caballo de Troya de apple, el conoce sus debilidades y fortalezas, muchas que fueron creadas por el. 


OpenAI no solo está comprando su startup (io) por US$6.500 millones. Está adquiriendo sensibilidad, ese  ojo estético que no solo sabe hacer cosas bellas, sino que entiende que la tecnología debe sentirse natural, casi inevitable. Y eso me es algo que me emociona y gusta. Porque la inteligencia artificial necesita algo más que potencia y modelos de lenguaje: necesita alma y algo de estilo.


Muchos dirán que esto es solo negocio, que es diseño industrial con IA. Pero si eres de los que miras una caja de Apple como si fuera un regalo de navidad, entiendes lo que digo. Jony Ive no solo diseñó productos, diseñó momentos. Y ahora, con OpenAI, puede que esté a punto de hacerlo otra vez.


¿Será esto el comienzo de una computadora verdaderamente pensada para convivir con nosotros, no solo usarse por nosotros? No lo sé. Pero quiero estar ahí cuando ocurra,  viendo cómo se fusionan dos mundos. En que el la precisión matemática de la IA y el del diseño emocional que solo alguien como Ive puede imaginar.  Promete mucho esta unión, para los que apreciamos los diseños de Ive, es la posibilidad de migrar a un nuevo ecosistema o quien sabe si la posibilidad de ecosistemas que puedan ser compatibles.


Desde mi pantalla, no puedo evitar sonreír. Porque aunque el futuro siempre suena a ciencia ficción, a 

veces se parece más a una conversación entre viejos amigos que simplemente quieren hacer algo hermoso, útil… y profundamente humano.


Publicado desde la app de Notas, con un café tibio al lado y mi Apple Pencil jugando entre los dedos. Porque cuando la tecnología emociona, vale la pena escribir sobre ella. 


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